Decidir el
nombre del blog fue bastante difícil para mí. Pasé días buscando nombres de
estrellas, musas, flores, árboles e incluso animales mitológicos para encontrar
algo que me instara a nombrar algo tan personal.
Cuando ya estaba
resignada a no encontrar nada apropiado, una amiga me sugirió buscar palabras
que definieran mi relación inicial con la escritura. Desde pequeña, yo soñaba
con tener mi libro. En la escuela escribí poesías (una incluso la leí en el
Acto Cívico del Día del Conserje) y tenía unas caricaturas que nadie leyó y
llegaron a perderse. En el colegio escribí redacciones que me gustaron mucho
(que también se perdieron) e incluso llegué a escribir el discurso de un amigo
para oratoria.
Una vez en
la universidad, llevé un curso de literatura infantil y me atreví a escribir un
cuento para niños. Se lo enseñé a mi profesor, pero nunca me dijo nada sobre él
(creo que ni si quiera lo leyó). Lamentablemente, perdí ese cuento junto con el
disco duro de mi computadora del momento. En el 2009, comencé a escribir Himitsu
no Mori y eso llevó a la escritura de varios cuentos y otra novela que no he
finalizado.
Al pensar
en todo este proceso, llegué a la conclusión de que, mi escritura y yo, somos
resilientes, capaces de recuperarnos de los problemas que de la vida y
continuar con una buena actitud. Después de dar con esta palabra en especial, llegar
a “La Pluma” no fue tan difícil.
Me gustaría
aprender más sobre escritura, sobre autores de diferentes géneros y hacerle
honor a “La Pluma Resiliente.”
La resiliencia es una cualidad fundamental para la escritura. ¡Ánimo!
ResponderEliminar¡Gracias! :D
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